jueves, 6 de septiembre de 2012

7º CAPITULO

Hacía mucho que rondaba una idea en su mente, un asesino que por un tecnicismo legal había quedado libre estaba en su mira. Luego de violar y torturar a una mujer la había asesinado brutalmente. Esto no le molestaba en lo más mínimo, pero le venía como anillo al dedo para lo que venía pensando. Era hora de poner las cartas sobre la mesa.
Le llevó poco tiempo conocer los horarios y costumbres del sujeto. Estaba acostumbrado a observar.
Eran las cinco de la mañana, ese era el mejor momento para entrar en la casa, el sueño era más pesado en ese momento. Ya la conocía por dentro y había hecho una copia de la llave.
El hombre roncaba en la habitación, sin saber que sería su último sueño en la tierra. Usó éter que no le fue difícil conseguir en el mercado negro de las drogas, muchos lo utilizaban para hacer sus viajes, para eludir las miserias de la vida. Y sabía que quien cometía los asesinatos de los hombres descuartizados, lo usaba.
Lo miró dormir unos minutos mientras sonreía, era la primera vez que le haría un favor al mundo y un poco de justicia para las víctimas de ese hombre sanguinario. El también era un asesino, pero eso había quedado enterrado años atrás. Nunca lo hizo por placer, siempre fue por dinero, en realidad, una sola vez, lo hizo por puro placer, pero esa era otra historia.
Sacó un frasco y embebió la gasa con el líquido, aguanto la respiración, las emanaciones eran fuertes, lo apoyo suavemente en la nariz del hombre y de a poco su respiración se hizo más lenta. Pasados cinco minutos intentó despertarlo, tenía razón el que se la vendió, unas gotas de más y podría quedar inconsciente. Esa era la idea.
Abrió su pequeño bolso y sacó un cuchillo de amputación y una pequeña sierra que había sacado sin que nadie lo viera del instituto, lo usaban para las clases de anatomía forense en donde se estudiaban las marcas distintivas de los objetos que dejaban en la carne y huesos.
Le llevó bastante tiempo la tarea, era la primera vez que descuartizaba un cuerpo, su forma de matar era mucho más rápida, el olor de la sangre lo descomponía y el ruido de los huesos al ser aserrados le taladraba los oídos. Cuando terminó suspiró de alivio, dejó todo como le habían contado de los hombres asesinados quien sabe por quien. Comenzó con la tarea de limpieza que le llevó un par de horas. Cansado y asqueado se fue contento de esa escena escalofriante.
Su mente volaba en distintos escenarios, siempre pensaba como actuaría la policía al investigar los asesinatos. De esta forma podía prever las formas en las cuales poder eludir a los investigadores. No quedaba ningún indicio que pudiera llevarlo a él, los detectives pensarían que era un caso más del escurridizo asesino que descuartizaba a sus víctimas, aunque seguían pensando que estos casos no tenían ninguna conexión entre sí. Pero él sabía muy bien que todos fueron cometidos por la misma persona y su intuición le decía que el asesino era una mujer.
Las cartas estaban sobre la mesa, ahora solo debía esperar el próximo movimiento que haría la asesina.

2 comentarios:

  1. CADA VEZ MAS ESCALOFRIANTE, LA MENTE DEL ASESINO VARÍA EN SUS PENSAMIENTOS Y ACCIONAR, EL HECHO VIOLENTO, Y EL COMO SE RESOLVERÁ RONDA EN LA MENTE DEL QUE DESCUARTIZO Y DEL INVESTIGADOR, EXCELENTE CAPÍTULO

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  2. inteligente e intrincado . es atrapante
    la historia , cazadores de cazadores . duelo de mentes. como siempre un placer leerte .
    abrazos

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